Como punto de partida, cabe decir que la mujer sigue siendo la figura omnipresente en el hogar. Aunque ambos progenitores desempeñen una profesión fuera de casa, el trabajo en el hogar sigue sin ser equitativo, lo que lleva a muchas mujeres a vivir la llamada “doble jornada”.

Debido a la transmisión cultural estereotipada que se sigue ejerciendo entre padre-hijo y madre-hija y a la poca responsabilidad del hombre en lo referente a las tareas domésticas, la encuesta muestra una clara diferencia en las cargas de trabajo que desempeñan los distintos miembros de la familia, siendo la mujer, como ya hemos dicho, la que mayor carga asume.

Además, se perpetúan estereotipos de género, pues aquellas tareas que son desempeñadas por el varón tienen que ver con el ocio, la fuerza física o el deporte, mientras que las desempeñadas por la mujer están más relacionadas con la alimentación, la higiene, los cuidados…

Si tenemos en cuenta la transmisión cultural que antes hemos mencionado, y que uno de los núcleos primarios del aprendizaje es la familia y el hogar…¿Qué mensaje les estamos dando a las nuevas generaciones?

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